viernes, 8 de julio de 2011

CULTIVO HORTICOLAS



                                                               

Las hortalizas constituyen productos de gran importancia en el país, tanto desde el punto 
de vista alimenticio, como del económico. En tal sentido, es necesario ampliar el conocimiento general acerca de esos productos, conocer su valor nutritivo así como otros usos 
que puede dárseles. Por su parte, los productores deben conocer perfectamente su 
comportamiento agronómico y comercial, de tal manera que puedan planificar mejor sus 
actividades productivas y comerciales, programando mejor las épocas de siembra y  
cosecha, lo cual les permitirá obtener mejores ganancias por la venta de su producción. 
Es conocido que los precios de las hortalizas son fluctuantes a lo largo del año, la 
mayoría de las veces siguiendo un patrón estacional que va asociado a las épocas de 
salida de cosechas nacionales y regionales, festividades y otros factores ajenos al control  
humano. 
La estacionalidad se define como un movimiento sistemático que se repite cada doce 
meses. La causa más común es una fluctuación estacional de la oferta. Sin embargo, una 
estacionalidad en la demanda, también puede causar estacionalidad en los precios. 
Una forma de medir la variación estacional de precios es a través de los Indices 
Estacionales de Precios, los cuales permiten comparar el precio de un período con 
respecto a un conjunto sucesivo de períodos anteriores que sirven de base. Cabe 
mencionar que los índices estacionales constituyen un indicador bastante confiable del 
comportamiento anual de precios. Sin embargo, la estacionalidad puede ser alterada por  
ciertos factores, como el clima, efectos de políticas distorsionantes y otros. 
Este trabajo presenta información de 14 de las principales hortalizas que se consumen y 
producen en el país, incluyendo nombre científico, nombres vulgares en varios idiomas, 
información general, datos de producción y consumo nacional y, finalmente, el 
comportamiento estacional de los precios internos, determinando las épocas de alzas y 
bajas, de tal manera que se puedan realizar ajustes a la programación de siembra y 
cosecha, a fín que el productor pueda aprovechar las ventanas de precios altos que le permitirán obtener mayores niveles de rentabilidad. 

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